Se evaluó la actividad antihipertensiva del prazosin (Pr) en 13 pacientes con hiperten-sión arterial severa, y fue asociado con bloqueadores beta-adrenérgicos (propranolol en 12 pacientes y a pindolol en uno); diuréticos (furosemida (Fs) en 8 e hidroclorotiazida (Tz) en 3 pacientes), y a 2 pacientes con hemodiálisis (15 horas/semana). Sus edades oscilaron entre 13 y 65 años; 9 del sexo masculino y 4 del sexo femenino. Después de un período de 2 a 6 semanas bajo tratamiento con beta-bloqueadores, diuréticos (Fs o Tz) o ambos, se inició Pr. a las dosis de 2 mg/día, con incrementos progresivos, cada 1 a 2 semanas, hasta una dosis maxima de 20 mg/día. El período de evaluación osciló entre 6 a 40 semanas. La tension arterial media (TAM) en mm Hg en el grupo antes de administrar prazosin (Pr) fue 153.3 ± 0.5, con el sujeto acostado (A), y 149.0 ± 8.6 de pie (P), observándose decrementos progresivos: alas 2 semanas la TAM fue 133.3 ± 10.1 (A) y 137.6 ± 9.32 (P); a las 8 semanas fue de 126 ± 13 (A), 123.9 ± 8.05 (A); a las 20 semanas la TAM fue de 120.71 ± 4.31 (A) y 121.3 ± 9.4 (P); a las 32 semanas 121.3 ± 7.63 (A) y 118.9 ± 4.87 (P) y a las 40 semanas 11.99 ± 5.65 (A) y 119.9 ± 2.82 (P), siendo los decrementos significativos [p < 0.00l y p < 0.01). Se evaluaron los cambios en ARP ng/ml/hr, pre-Pr y a las 2, 6, 12, 28 y 32 semanas bajo tratamiento con Pr; observándose un descenso de la ARP de 6.95 ± 2.7 ng/ml/hr a 3.78 ± 1.88; 2.95 ± 0.96; 2.8 ± 0.89; 2.69 ± 1.1; 2.11 ± 0.63 y 2.26 ± 0.64 ng/ml/hr, respectivamente, (p < 0.001 y p < 0,01), descenso significativo desde la segunda a las 28 semanas. A las 32 semanas éste descenso no fue significativo. Los promedios de dosis para ésos pep’odos fueron: 3.92 ± 0.86; 11.0 ± 4.8; 10.3 ± 3.1; 14.0 ± 1.4; 14.2 ± 1.3 y 14.75 ± 0.5 mg/día respectivamente. No se observó correlación entre Δ ARP y Δ TAM, a las 2 y 6 semanas (r = 0.26 y r = –0.02). No se observaron cambios significativos en pulso (A) y peso (P). Los efectos colaterales al agregar Pr fueron aumento de la astenia en 1 paciente y mareos ortostá-ticos ligeros a moderados en 2 pacientes. Estos efectos colaterales tolerables desaparecieron al conti-nuar el tratamiento. El Pr produce un descenso significativo de la ARP, aun en pacientes bajo tratamiento con beta-bloqueadores y diuréticos.