ABSTRACT A mindfulness-based intervention (MBI) to address emotional factors that may negatively impact the fluency of the subjects was implemented. A MBI consisting of 5 weekly 2-h sessions was designed and applied to two stuttering cases. The goals were to lower stuttering and to reduce anxiety through the acquisition of mindfulness skills. Participants were asked to video-record a speaking task and to fill out anxiety and mindfulness skills self-reports pre and post-intervention. Both participants diminished stuttering error rates from severe (participant 1) and moderate (participant 2) to mild. Participant 2, who showed high pre-treatment anxiety, showed a significant reduction. A year-follow-up revealed that therapeutic gains in anxiety, mindfulness skills, and stuttering were successfully maintained in both participants. This is the first study focused on emotional aspects of stuttering showing long-term improvements through a MBI. MBI programs could serve as a promising complement for stuttering treatments.
RESUMEN Se utilizó una intervención basada en mindfulness (MBI) para abordar los factores emocionales que pueden afectar negativamente a la fluidez de los sujetos a través de un estudio de caso. Se diseñó un MBI que constaba de 5 sesiones semanales de 2 horas y se aplicó a dos casos de tartamudez. Los objetivos eran dismunuir la tartamudez y reducir los síntomas de ansiedad mediante la adquisición de habilidades de atención plena. Se pidió a los participantes que grabaran en video una tarea oral y que cumplimentaran los autoinformes de ansiedad y de habilidades de atención plena antes y después de la intervención. En ambos participantes disminuyó el índice de errores de tartamudeo de grave (participante 1) y moderado (participante 2) a leve. El participante 2, que mostró una elevada ansiedad previa al tratamiento, mostró una reducción significativa. Al año de seguimiento los beneficios terapéuticos en ansiedad, habilidades de atención plena y tartamudeo se mantuvieron con éxito en ambos participantes. Se trata del primer estudio centrado en los aspectos emocionales de la tartamudez que muestra mejoras a largo plazo a través de un MBI. Por lo tanto, los programas MBI podrían servir como complemento prometedor a los tratamientos de tartamudez.