La Enfermedad Tromboembolica (ETE) en la edad pediatrica ha adquirido mayor importancia, debido al aumento de su incidencia derivada de la optimizacion de tecnicas diagnosticas y terapeuticas. Los episodios de ETE en los ninos aparecen de forma brusca y el diagnostico se hace con metodos incruentos como ecografia doppler, resonancia magnetica y estudios angiograficos. Hasta hace poco no se disponia de recomendaciones especificas para el tratamiento de la ETE en el nino; en la actualidad se cuenta con esquemas terapeuticos desarrollados con base en la experiencia con adultos, adaptados a la edad pediatrica. Se revisan las principales patologias y procedimientos susceptibles de producir enfermedad tromboembolica asi como las indicaciones de los principales agentes terapeuticos, incluyendo las heparinas, los anticoagulantes orales, antiagregantes y fibrinoliticos y se dan recomendaciones de uso. Dada la morbimortalidad observada en ninos afectados por ETE, hay sobradas justificaciones para tomar una actitud activa que intente controlar el proceso y procurar que el beneficio esperado sea siempre superior al riesgo inherente al tratamiento.
Thromboembolic disease (TD) in pediatric patients has gained relevance, due to an increase in its incidence, as a result of the optimization of diagnostic and therapeutic techniques. Episodes of TD in children appear abruptly and diagnosis is carried out through non-invasive methods such as doppler ecography, magnetic resonance imaging and angiography. Until recently, specific recommendations for the treatment of TD in children were unavailable; nowadays, therapeutic schemes developed on the basis of experience with adults adapted to pediatric patients are available. The main pathologies and procedures capable of causing thromboembolic disease were reviewed, as well as the indications of main therapeutic agents, including heparins, oral anticoagulants, platelet antiagregant and fibrinolytic agents. Use recommendations are given. Considering the morbimortality rate observed in children affected by TD, there are plenty of reasons to take an active role to control the process, and seek that expected benefits outweigh the inherent risks of treatment.