Resumen Una de las ventajas de dabigatrán, un nuevo anticoagulante oral de acción directa, es la disponibilidad de un antídoto que permite revertir su actividad: idarucizumab. Este fármaco es utilizado en procedimientos o intervenciones quirúrgicas de urgencia y en hemorragias potencialmente mortales o no controladas. Dabigatrán presenta una semivida de 12-14 horas, alargándose si la función renal está afectada. La decisión de cuándo interrumpir su administración depende del valor del aclaramiento de creatinina y del riesgo hemorrágico de la intervención. Presentamos el caso de un paciente en tratamiento con dabigatrán que ingresa para la realización de una cirugía de cadera tras una caída. Al ingreso se suspende dabigatrán, llevándose a cabo la cirugía al décimo día tras su suspensión. Antes de la cirugía se decide la administración de idarucizumab por continuar alterados los tiempos de coagulación. Exponemos en este caso la falta de mejoría de los tiempos de coagulación tras el uso del antídoto, cuya explicación se pueda deber al largo periodo entre la administración de idarucizumab y la última dosis de dabigatrán administrada (10 días). Por lo tanto, en caso de no poder medir los niveles de dabigatrán, es importante tener en cuenta además de los tiempos de coagulación, aspectos farmacológicos del dabigatrán como la farmacocinética, para evitar la administración innecesaria del antídoto, que puede suponer un riesgo y costes innecesarios.
Abstract One of the advantages of dabigatran, a new direct-acting oral anticoagulant, is the availability of an antidote to reverse its activity: idarucizumab. This drug is used in emergency surgical procedures or interventions and in life-threatening or uncontrolled bleeding. Dabigatran has a half-life of 12-14 hours, lengthening if renal function is affected. The decision on when to interrupt the administration depends on the creatinine clearance rate and the bleeding risk of the procedure. We present the case of a patient on dabigatran treatment who was hospitalized for hip surgery after a fall. On admission, dabigatran was suspended, and surgery was performed on the tenth day after its suspension. Before surgery, it was decided to administer idarucizumab due to continued altered coagulation times. In this case, it is reported the lack of improvement in clotting times after the use of the antidote, which may be explained by the long period of time between the administration of idarucizumab and the last dose of dabigatran administered (10 days). Therefore, in case of dabigatran levels cannot be measured, it is important to consider, in addition to clotting times, pharmacological aspects of dabigatran such as pharmacokinetics, in order to avoid unnecessary administration of the antidote, which may entail unnecessary risk and costs.