La comunicación constituye un acto esencial en la transmisión de conocimientos, de la cultura y del desarrollo humano en general, como se indicó en capítulos anteriores. La dimensión de lo humano se puede entender desde la perspectiva de la creación y, en esta actividad, el pensamiento es fundamental. Toda cultura tiene la capacidad de objetivar su visión de mundo y organizar estructuralmente su entorno.