Intimate partner violence (IPV) perpetrators often deny their actions, limiting opportunities for intervention. Cisgender male couples experience similar IPV rates to mixed-gender couples, yet less is known about how men in same-sex relationships deny or report their IPV behavior. This study aimed to describe perpetration denial across emotional, monitoring/controlling, and physical/sexual IPV, and to identify correlates of perpetration denial, in a convenience sample of male couples ( N = 848; United States, 2016-2017). Past-year victimization and perpetration were measured with the IPV-Gay and Bisexual Men (GBM) scale; perpetration deniers were men whose self-reported perpetration contradicted their partner’s reported victimization. Individual-, partner-, and dyadic-correlates of perpetration denial, by IPV-type, were identified using actor-partner interdependence models. We identified 663 (78.2%) perpetrators: 527 emotional; 490 monitoring/controlling; 267 physical/sexual. Thirty-six percent of physical/sexual-, 27.7% of emotional-, and 21.43% of monitoring/controlling-perpetrators categorically denied their actions. Depression was negatively associated with denying monitoring/controlling-perpetration (odds ratio 95% confidence interval: 0.91 [0.84, 0.99]) and physical/sexual-perpetration (0.91 [0.83, 0.97]); dyadic differences in depression were associated with emotional-perpetration denial (0.95 [0.90, 0.99]). Recent substance users had 46% lower odds of monitoring/controlling-denial (0.54 [0.32, 0.92]), versus non-users. Partner-race and employment were also significantly associated with emotional perpetration denial. This study highlights IPV denial’s complexities, including differences across IPV types. Further investigations into how cisgender men in same-sex couples perceive and report various types of IPV perpetration will provide valuable insight into how an underserved and understudied population experiences IPV.
Los agresores de pareja a menudo niegan sus actos, lo que reduce la posibilidad de intervención. Las parejas de hombres cisgénero presentan índices de violencia de pareja (VP) semejantes a las parejas de distinto género, aunque se sabe menos de cómo niegan la VP los hombres que están en una relación del mismo sexo. El estudio pretende describir la negación de que se ejerce VP en sus variantes emocional, vigilancia/control y física/sexual, así como conocer los correlatos de dicha negación, en una muestra de conveniencia de parejas de hombres ( N = 848, EEUU, 2016-2017). Se midió la victimización y la comisión de VP durante el último año por medio de la escala IPV-GBM. Quienes negaban haber ejercido VP eran hombres cuyo comportamiento autoinformado contradecía la victimización que declaraba sufrir su pareja. Se detectaron por tipo de VP los correlatos individuales, de pareja y diádicos de la negación de haber perpetrado VP, mediante modelos de interdependencia actor-pareja. Se detectaron 663 (78.2%) perpetradores: en 527 era emocional, en 490 de vigilancia/control y en 267 física/sexual. El 36% de los que perpetraban violencia física/sexual y el 21.43% de vigilancia/control negaban sus actos categóricamente. La depresión se asociaba negativamente a la negación de haber perpetrado violencia de vigilancia/control (razón de probabilidad, 95% IC: 0.91 [0.84, 0.99]) y física/sexual (0.91 [0.83, 0.97]). Las diferencias diádicas en depresión se asociaban a la negación de haber perpetrado violencia emocional (0.95 [0.90, 0.99]). La probabilidad de los usuarios recientes de sustancias de negar la violencia de vigilancia/control era un 46% menor (0.45 [0.32, 0.92]) que la de quienes no consumían. La raza de su pareja y su empleo se asociaban también significativamente con negar que se hubiera cometido violencia emocional. El estudio destaca las complejidades de negar la violencia de pareja, como las diferencias entre tipos de VP. Seguir investigando en cómo los hombres cisgénero en las parejas del mismo sexo perciben y dan cuenta de los diversos tipos de perpetración de VP aportará un conocimiento valioso sobre cómo experimenta la VP una población minusvalorada y poco estudiada.