Debido al aumento de la morbi-mortalidad de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), especialistas en medicina respiratoria actualizan los conocimientos básicos acerca de esta enfermedad desde el último Consenso llevado a cabo en 1994 para efectuar recomendaciones para su diagnóstico, prevención y tratamiento. Los autores revisan la definición de EPOC, conjuntamente con los últimos conocimientos de la fisiopatología de la enfermedad. Se resume la presentación clínica, diagnóstico por imágenes y evaluación funcional. Se enfatiza la importancia del diagnóstico precoz mediante la exploración funcional y la prevención a través de la cesación del tabaquismo, única medida capaz de alterar la evolución. Se describen las estrategias para dejar de fumar, así como el tratamiento farmacológico y no farmacológico. En el primero, la administración de broncodilatadores inhalados -anticolinérgicos, beta 2 agonistas adrenérgicos o ambos- son la primera opción. Los broncodilatadores de acción prolongada mejoran la adherencia al tratamiento y su efectividad. Los corticoides inhalados se indican en pacientes con marcada obstrucción al flujo aéreo y respuesta conocida a corticoides. Su uso disminuye la frecuencia de las exacerbaciones. La vacunación antigripal anual está recomendada en todos los pacientes. Con respecto a las intervenciones no farmacológicas, la cirugía del enfisema se recomienda en especiales circunstancias. La rehabilitación que incluya ejercicios, kinesioterapia y nutrición, es una herramienta útil en pacientes con limitación en la actividad física habitual. La oxigenoterapia domiciliaria prolongada mejora la sobrevida de pacientes con hipoxemia crónica severa. Otras intervenciones terapéuticas como la ventilación no invasiva domiciliaria tienen indicación muy específica. Las exacerbaciones agudas deben ser tratadas agresivamente con oxígeno, corticoides, antibióticos, asociación de broncodilatadores, y eventualmente asistencia respiratoria. El rol de la educación pública, del paciente y su familia, es fundamental en la prevención y tratamiento de esta enfermedad.
Due to the increase in morbidity and mortality from Chronic Obstructive Pulmonary Disease (COPD), a group of chest physicians updates the basic knowledge on COPD since the last Consensus in 1994 in order to prepare guidelines for its diagnosis, prevention and treatment . The authors review the definition of COPD together with the most recent information on its pathophysiology. The clinical presentation is summarized together with functional evaluation and imaging. Early diagnosis by means of functional testing (i.e. , spirometry) is stressed, emphasizing smoking cessation as the only measure that has been shown to alter the outcome of the disease. Smoking cessation strategies are described as well as pharmacological and non-pharmacological treatment. In the pharmacological section, the use of inhaled bronchodilators (anticholinergic, beta 2 adrenergic agonists or both) is considered the first option for treatment. Long acting bronchodilators improve patient compliance and treatment effectiveness. Inhaled corticosteroids are indicated for patients with severe airways obstruction and known response to corticosteroids. These agents can diminish the number of exacerbations. Annual influenza vaccination is recommended in all patients. In the non-pharmacological section, surgery for emphysema is suggested in particular cases. Rehabilitation, including exercise training, kinesitherapy and nutrition, is a useful tool for patients who are physically disabled. Long-term oxygen therapy at home improves survival in patients with severe chronic hypoxemia. Other therapeutic interventions such as non-invasive home ventilation have specific indications. Acute exacerbations must be aggressively treated with oxygen, corticosteroids, antibiotics, combination of bronchodilators, and eventually respiratory support. The role of public education of the patients and their families is essential in the prevention and treatment of the disease.