To assess the consumption of ultra-processed foods among inmates in a women’s prison in the State of São Paulo, Brazil.
We conducted a cross-sectional study in 2012/2013 with 1,013 female inmates. A structured interview questionnaire was used to collect socio-demographic, self-reported morbidity and healthy lifestyles and health-related behaviors data. The inmates’ usual diet was assessed with a food frequency questionnaire. Foods were classified as either natural or minimally processed, processed or ultra-processed.
Inmates age ranged from 18 to 65 years, 51.7% were black, 80.3% had children, 69.5% smoked, 47% were overweight/obese and half of them had high blood triglycerides. The prevalence of daily consumption of natural or minimally processed foods (rice, beans and cassava flour) was 87.7%. The prevalence of daily consumption of green leafy and other vegetables was 63.7%. Almost two-thirds reported consuming milk and fried chicken frequently. A high prevalence of daily consumption of ultra-processed foods was observed in this study. Hot dog bread and sweet bread with margarine were consumed by 86.5% of the interviewees on a daily basis; sugar sweetened beverages by 68.4%, and biscuits as well as candies by 77.1%.
Evaluar el consumo de alimentos ultra-procesados entre las reclusas en una prisión femenina en el Estado de São Paulo, Brasil.
Se realizó un estudio transversal en 2012/2013 con 1.013 reclusas. El instrumento de recolección de datos contempló cuestiones sociodemográficas, morbilidad referida y acciones de prevención, indicadores relacionados al estilo de vida y comportamientos de salud. El consumo de alimentos se verificó de acuerdo con el grado de procesamiento de los alimentos: in natura o mínimamente procesados, procesados y ultraprocesados.
La edad varió de 18 a 65 años, el 51,7% eran negras, el 80,3% tenían hijos, el 69,5% fumaban, el 47% tenía sobrepeso/obesidad y la mitad de ellas tenían hipertrigliceridemia. La prevalencia de consumo diario de alimentos naturales o mínimamente procesados (arroz, frijoles y harina de mandioca) fue del 87,7%. La prevalencia de consumo diario de hojas verdes y otros vegetales fue del 63,7%. Alrededor de dos tercios reportaron consumir frecuentemente leche y pollo frito. Se observó una alta prevalencia de consumo diario de alimentos ultra-procesados en este estudio. El pan de perro caliente o “hot dog” y el pan dulce con margarina fueron consumidos por el 86,5% de las entrevistadas, refrescos por el 68,4%, galletas y dulces por el 77,1%.