Durante las últimas décadas, las del capitalismo tardío, la vida social en distintas regiones del mundo ha sido atravesada por un estado de incertidumbre, crisis, miedo, inseguridad y peligros diversos, originado por diversas causas y motivaciones. Lo cierto es que los seres humanos y la sociedad como totalidad enfrentan una situación de miedo generalizado, tanto en sus manifestaciones psicológicas como sociales y culturales. Las respuestas a este fenómeno han sido diversas, desde el escapismo y aislamiento de grupos, familias y colectividades, hasta políticas que identifican a los sectores sociales empobrecidos como responsables de la situación y, por tanto, desarrollan desde el Estado acciones destinadas a perseguir, penalizar, policializar y judicializar la pobreza y la marginalidad.