Abstract Introduction: chronic pain is a complex entity with immense individual and societal burden. Objectives: to assess the effectiveness of specifically designed nutrition education for the management of chronic pain and whether any change in dietary habits contribute to decrease in pain intensity. Objectives and methods: 40 patients were enrolled in the 4-week intervention study. Patients filled-in questionaires regarding their basic characteristics, pain intensity, quality of life, and dietary habits at baseline and post-intervention. Intervention consisted of 1 individual and 2 group counselings based on the nutrition education specifically designed for the chronic pain management. Results: post-intervention, pain intensity decreased in 67.5 % of patients while quality of life improved significantly (from 42.9 ± 31.3 to 70.1 ± 26.2 points, p = 0.015). All patients responded to nutrition education by increasing the number of meals per day (p < 0.001), improving regularity of breakfast (p = 0.005) and by less frequently skipping meals (p = 0.027). Fewer meal skipping (OR = 0.037, 95 % CI (0.003-0.482), p = 0.012) and lower consumption of foods with negative effect on chronic pain (OR = 0.008, 95 % CI (0.000-0.444), p = 0.019) were found to modestly, but independently contribute to decrease in pain intensity. Still, patients with higher BMI and several diagnoses had low response. Conclusions: the developed nutrition education is fit for the management of chronic pain. The main benefits are improved meal consumption pattern along with reduced consumption of foods with pro-inflammatory effect and food cravings. The complexity of chronic pain is obvious in low responsiveness among patients with higher BMI and several conditions.
Resumen Introducción: el dolor crónico es una entidad compleja con una inmensa carga individual y social. Objetivo: verificar si la educación nutricional diseñada específicamente para el tratamiento del dolor crónico y si algún cambio en los hábitos alimenticios contribuyen a disminuir la intensidad del dolor. Material y métodos: se incluyeron 40 pacientes en el estudio observacional intervencionista de 4 semanas. Los pacientes completaron cuestionarios sobre las características básicas: la intensidad del dolor, la calidad de vida y los hábitos alimenticios al inicio y después de la intervención. La intervención consistió en 1 asesoramiento individual y 2 grupales basados en la educación nutricional diseñada específicamente para el tratamiento del dolor crónico. Resultados: después de la intervención, la intensidad del dolor disminuyó en el 67,5 % de los pacientes al tiempo que mejoró significativamente la calidad de vida (de 42,9 ± 31,3 a 70,1 ± 26,2 puntos, p = 0,015). Todos los pacientes respondieron a la educación nutricional: aumentaron el número de comidas por día (p < 0,001), mejoraron la regularidad del desayuno (p = 0,005) y omitieron las comidas con menos frecuencia (p = 0,027). Menos saltos de comida (OR = 0,037, IC 95 % [0,003-0.482], p = 0,012) y menor consumo de alimentos con efecto negativo sobre el dolor crónico (OR = 0,008, IC 95 % [0,000-0,444], p = 0.019) se encontraron que modestamente, pero, de formma independiente, contribuyen a disminuir la intensidad del dolor. Sin embargo, los pacientes con mayor BMI y varios diagnósticos tuvieron baja resonancia. Conclusión: la educación nutricional desarrollada es adecuada para el manejo del dolor crónico. Los mejores beneficios son un patrón mejorado de consumo de comida junto a un consumo reducido de alimentos con efecto proinflamatorio y antojos de alimentos. La complejidad del dolor crónico es visible en baja respuesta entre pacientes con mayor BMI y varios diagnósticos.