La formación médica universitaria en Chile tiene más de 250 años de tradición, y ha estado marcada desde su inicio por un alto estándar de calidad. Es relevante analizar la situación de las escuelas de medicina, toda vez que son la pieza clave donde convergen los sectores de educación y salud, y desde donde se pueden y deben proyectar políticas de Estado para abordar las carencias de médicos en áreas desatendidas y los déficits de especialistas. En el período liberal en el que nos encontramos, ha habido un aumento relevante de escuelas de medicina. Al 2024 Chile tiene 37 escuelas de medicina (32.4% públicas, 67.6% privadas), distribuidas en diversas regiones del país. 24 de ellas no ofrecen programas de especialización, que es el grupo de médicos de mayor carencia en Chile comparado con la OCDE. La gran cantidad de escuelas de medicina es una situación anómala, especialmente cuando nos comparamos con otros países parecidos, como los del Cono Sur o España. Por lo anterior es necesario que desde el Estado y la comunidad médica organizada se avance en medidas regulatorias que logren preservar la calidad de la formación médica que en Chile hasta ahora ha sido un patrimonio inmaterial de nuestro país. Medidas como homogeneizar currículos, tener una regulación esencialmente académica en la distribución de campos clínicos, hacer los requisitos del ejercicio profesional iguales independientes del sector de desempeño, entre otras cosas, son cuestiones básicas y que resultan necesarias. Este artículo revisa el estado de la situación médica en nuestro país al 2024 y proporciona luces desde el Colegio Médico respecto a algunos de los desafíos a los cuales la educación médica se enfrenta en la actualidad.