Resumen Objetivo: Analizar el impacto de la variabilidad intramétodo de la Termodilución (TD) en las medidas prospectivas de flujo de acceso (QA) y su relación con los parámetros de seguimiento de primera generación. Método: Estudio prospectivo. Se realizaron 2 mediciones consecutivas de QA (M1 y M2) y un seguimiento (M3) en 6 meses. Se recogieron datos demográficos y parámetros de seguimiento de primera generación. Resultado: Se analizaron 112 fistulas arteriovenosas(FAV). La mediana de la variabilidad generada entre M1 y M2 no difiere del porcentaje de variación de QA a los 6 meses (p=0,123). En el 16,8% (14) de los pacientes el QA ha disminuido más del 25% y en un 28,9% (24) aumentó más del 25%. Se evidenció una ligera tendencia a aumentar el porcentaje de descenso de QA a medida que el flujo de las fístulas es mayor (r=-0,229; p=0,006). Por otra parte, un descenso de QA superior al 25% no se asoció a menor dosis de diálisis (p=0,183), ni ha aumento significativo de la presión venosa dinámica (p=0,823) ni al aumento de incidencias durante la punción (p=0,823). Conclusiones: La presencia de pacientes con aumento de flujo superior a la variabilidad intramétodo y la no asociación entre un descenso superior al 25% y cambios en otros parámetros de seguimiento, hace sospechar la presencia de errores de medición de QA. Frente a ello es conveniente el uso combinado con métodos de primera generación, tanto para establecer el QA basal como para interpretar los descensos en el seguimiento.
Abstract Objective: To analyze the impact of the intra-method variability of thermodilution (TD) in the prospective measurements of the access flow (QA) and the relationship with the first-generation monitoring parameters. Method: Prospective study. Two consecutive QA measurements (M1 and M2) and a 6-month follow-up (M3) were performed. Demographic data and first-generation follow-up parameters were collected. Result: 112 arteriovenous fistulas (AVF) were analyzed. The median variability generated between M1 and M2 does not differ from the percentage of QA variation at 6 months (p=0.123). In 16.8% (14) of the patients the QA has decreased by more than 25% and in 28.9% (24) it increased by more than 25%. A slight tendency to increase the percentage of decrease in QA when the fistula flow was higher was evidenced (r=-0.229; p=0.006). On the other hand, a decrease in QA greater than 25% was not associated with a lower dose of dialysis (p=0.183), nor did it have a significant increase in dynamic venous pressure (p=0.823) or an increase in incidences during puncture (p=0.823). Conclusions: The presence of patients with an increase in flow greater than the intra-method variability, and the non-association between a decrease greater than 25% and changes in other follow-up parameters, raises suspicions about the presence of QA measurement errors. In relation to this, the combined use with first-generation methods is convenient, both to establish the baseline QA and to interpret the decreases in follow-up.