Varón de 72 años, natural de Marruecos. Con antecedentes personales de hidatidosis
intervenida en 1991, dolor de hombro, hernia discal lumbar, enfermedad prostática
no especificada, hernia inguinal, bronquitis crónica y flebitis, entre otros.
Niega alergias y actualmente en tratamiento con paracetamol, Lyrica®, Betmiga®, Bretaris®
y Rilast®
Acude por dolor en hipogastrio derecho, sin náuseas, vómitos, ni alteraciones de hábito
intestinal, que habitualmente son de 2-3 deposiciones diarias, sin cambios en sus
características. Niega síndrome miccional.
En la exploración física sobre un abdomen blando y depresible se palpa masa por debajo
de la cicatriz de hipocondrio derecho, molesta a la palpación, no coincidiendo con
zona de motivo de consulta.
Se solicita ecografía abdominal en atención primaria (Figura 1, Figura 2).
Figura 1
Ecografía abdominal (zona de hipocondrio derecho).
Figura 2
Ecografía abdominal (zona de hipogastrio).
Informe ecográfico: abundante meteorismo que dificulta la prueba. Hígado con ligero
aumento de ecogenicidad, en relación con esteatosis leve. En lóbulo hepático derecho
presenta una lesión heteroecoica, mal delimitada, no vascularizada de 3,31 cm. Destaca
una gran masa localizada en hígado, anecoica, con refuerzo posterior, multiloculada,
imposible de medir, llegando hasta la zona umbilical, sugestiva de quiste hidatídico
con múltiples quistes «hijos» en su interior. Colecistectomía. En bazo se observa
otra LOE anecoica, con refuerzo posterior, no vascularizada, con tabiques en su interior,
correspondiente a otro posible quiste hidatídico. Los riñones presentan la relación
parénquima/seno disminuida. La aorta tiene un diámetro de 2,87 cm (ectasia aórtica).
En hipogastrio se aprecia una gran lesión heteroecoica que se extiende a ambas fosas
ilíacas, objetivándose múltiples imágenes anecoicas en su interior. No vascularizada
con doppler y no se logra establecer su origen, pudiendo considerarse manifestación
de la hidatidosis a nivel pélvico. Páncreas y vejiga no visibles.
El hallazgo de una masa pelviana supone un ejercicio diagnóstico meticuloso que abarca
un amplio abanico de posibilidades, según la naturaleza sólida o quística de dicha
masa
1
.
La enfermedad hidatídica es un problema de salud frecuente en países en vías de desarrollo,
endémica en áreas de crianza de ganado ovino y afectación poco habitual en nuestro
entorno. La especie endémica en España es E. granulosus, que se considera enfermedad
de declaración obligatoria.
La aparición de estos quistes en la pelvis es extremadamente infrecuente y no suele
tratarse de una localización primaria, sino que tiende a corresponder a la fase de
enfermedad diseminada
2
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La ecografía ha significado un importante avance para el diagnóstico de las hidatidosis
hepáticas y de otras localizaciones abdominales asintomáticas siendo la más utilizada
en las campañas de tamizaje por ser inocua, de costo accesible, con alta sensibilidad,
aunque tenga una especificidad menor que la tomografía axial computarizada o la resonancia
magnética, además están limitadas a hidatidosis extra-abdominal o a pacientes no aptos
para la ecografía abdominal
3
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El diagnóstico diferencial que se establece a través de las imágenes radiológicas
debe realizarse con las siguientes entidades: 1) Hígado multiquístico o quistes hepáticos
múltiples; 2) Hamartomas de los conductos biliares; 3) Enfermedad de Caroli; 4) Cistoadenomas;
5) Cistoadenocarcinomas; 6) Metástasis quísticas; 7) Subtipo de neoplasias quísticas
primarias; 8) Hemangioma cavernoso; 9) Procesos inflamatorios (abscesos, hidatidosis
hepática), y 10) Hematoma intrahepático
4
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En el informe ecográfico se deben consignar el tamaño, la ubicación y la clasificación
de la OMS del quiste, elementos indispensables para la decisión terapéutica, el control
y el seguimiento de los pacientes5, 6.