Resumen En diciembre de 2019, comenzó en Wuhan, China, una pandemia cuya repercusión a nivel mundial aún está por determinar. Al tratarse de un proceso infeccioso que afecta fundamentalmente a las vías respiratorias se propusieron en primera instancia dos vías de transmisión, fómites y gotas. La evolución de la enfermedad ha revelado el papel de los aerosoles en su propagación descubriendo así nuevas medidas para evitar la expansión del virus. A diferencia de otras infecciones respiratorias, los pacientes con asma no han visto agravada su enfermedad, evaluándose en algunos estudios el posible efecto protector de los corticoides inhalados. Tras analizar los factores de riesgo asociados a esta enfermedad, la contaminación ambiental vuelve a estar en el punto de mira como en brotes previos originados por el SARS-CoV-1. Algunos autores relacionan los niveles de contaminación y el aumento de la morbimortalidad por COVID-19, aunque reconocen que hacen falta otro tipo de estudios para demostrar causalidad ya que son múltiples los factores de confusión implicados. Las medidas de: distanciamiento social, uso de mascarillas, equipos de protección individual, desinfección de superficies… han resultado eficaces en la protección frente al virus. La significativa reducción de los desplazamientos y la actividad industrial durante la pandemia ha demostrado la influencia del ser humano sobre la calidad del aire y nos conduce a reflexionar sobre la necesidad de seguir implementando medidas para mejorar el entorno ambiental.
Abstract In December 2019, a pandemic began in Wuhan, China, whose global impact has yet to be determined. It is an infectious process that mainly affects the respiratory tract. Two transmission routes, fomites and drops, were proposed in the first instance. The evolution of the disease has revealed the role of aerosols in its spread, thus discovering new measures to prevent the spread of the virus. Unlike other respiratory infections, patients with asthma have not seen their disease worsened, and the possible protective effect of inhaled corticosteroids has been evaluated in some studies. After analyzing the risk factors associated with this disease, environmental contamination is once again in the spotlight as in previous outbreaks caused by SARS-CoV-1. Some authors relate the levels of contamination and the increase in morbidity and mortality due to COVID-19, although they acknowledge that other types of studies are needed to demonstrate causality since there are multiple confounding factors involved. The measures of social distancing, use of masks, individual protection equipment, disinfection of surfaces … have been effective in protecting against the virus. The significant reduction in travel and industrial activity during the pandemic has demonstrated the influence of human beings on air quality and leads us to reflect on the need to continue implementing measures to improve the environment.