Los golpes de Estado no son hechos puntuales en la vida política de un país, sino que se encuentran estrechamente vinculados y condicionados por la dinámica social y política de una nación, viniendo a ser la manifestación concreta de ciertos patrones de conflicto ya arraigados en la sociedad. Tal como ha propuesto Jesús De Andrés, la gestación y desarrollo de los golpes de Estado pueden ser estudiadas a través de la identificación de las coyunturas, los procesos enmarcadores y la organización propiamente dicha del golpe como tal. En el presente estudio se sigue esta metodología para caracterizar los tres golpes de Estado que formalmente han tenido lugar en Venezuela durante el período 1989-2004, vinculando su irrupción con la evolución de los patrones de conflicto que han marcado a esta nación durante las últimas dos décadas. Se concluye que mientras los golpes de 1992 modifican el patrón de conflicto, logrando a la postre articular uno nuevo, el golpe del 2002 constituye el resultado frustrado de un movimiento social que surge como respuesta a ese nuevo patrón de conflicto.
Coups d’êtat are not punctual events in the political life of a country, but situations closely linked and conditionate by the social/political dynamic of a nation, so being the practical materialization of patterns of conflict already installed in the society. As proposed by Jesús De Andrés, the origins and performance of coups d’êtat may be studied through the identification of its situations, framing processes and organization. This essay follows that methodology in order to briefly approch the three coup d’êtat that have taken place in Venezuela between 1989 and 2004, linking its irruption with the evolution of the patterns of conflict that signed the nation thoroughout the last two decades. As conclusion, the author thinks that 1992 coups modified the pattern of conflict, even articulating a new one, while the 2002 coup was the frustrated outcome of a social movement that emerged as a response to that new pattern of conflict.