Resumen: Introducción: Un control de la presión intraabdominal por < 14 mmHg es fundamental para evitar alteraciones hemodinámicas durante los procedimientos laparoscópicos. La vigilancia por medio de la presión de insuflación (PInf) puede no ser confiable. Objetivo: Comparar los valores de la PInf con los medidos directamente en la cavidad abdominal (PIA) y establecer cuál correlaciona con variaciones hemodinámicas. Material y métodos: Durante ocho procedimientos laparoscópicos se tomaron mediciones PInf y PIA simultáneamente: una basal, y cada cinco minutos hasta suspensión de neumoperitoneo. Los procedimientos fueron bajo anestesia general y bloqueo neuromuscular profundo y/o intenso. Se analizó la estabilidad hemodinámica (frecuencia cardiaca, presiones arteriales y saturación periférica de oxígeno) con las mediciones de PInf y PIA. Resultados: Se analizaron 54 mediciones pareadas. La correlación entre las mediciones fue de 0.86 (p < 0.001, R2 = 0.74). Quince mediciones (27.8%) fueron iguales; en 59.3% PIA > PInf y en 14.1% PIA < PInf. Variaciones de PIA ≥ 14 mmHg se asociaron a hipertensión arterial y taquicardia, mientras PIA ≤ 11 mmHg con presiones arteriales diastólicas bajas y menor frecuencia cardiaca (< 60). Conclusiones: La vigilancia de la presión intraabdominal con la PInf puede no ser muy confiable; recomendamos su medición directa.
Abstract: Introduction: An intraabdominal pressure less than 14 mmHg is fundamental to avoid hemodynamic alterations during laparoscopic procedures. The monitoring by insufflation pressure (InfP) may not be the most reliable. Objective: To compare the InfP values with those measured directly in the abdominal cavity (IAP), and to establish their correlation with hemodynamic variations. Material and methods: During eight laparoscopic procedures, we obtained InfP and IAP measures simultaneously: at baseline and every five minutes until the suspension of the pneumoperitoneum. All procedures were under general anesthesia and deep and/or intense neuromuscular blockage. We analyzed the hemodynamic stability (heart rate, arterial pressure and peripheral oxygen saturation) with the InfP and IAP measures. Results: We analyzed 54 pair measures. The correlation between measures was 0.86 (p < 0.001, R2 = 0.74). Fifteen measures (27.8%) were equal; in 59.3% IAP > InfP, and in 14.1% IAP < InfP. The variations of IAP ≥ 14 mmHg were associated with arterial hypertension and tachycardia, while IAP ≤ 11 mmHg were associated with low diastolic arterial pressures and low heart rate (< 60). Conclusions: The monitoring of the intra-abdominal pressure with InfP may not be reliable, so we recommend a direct measurement.