RESUMEN La toxoplasmosis ha sido considerada la parasitosis del siglo XX, con una seroprevalencia entre 25-30 % de la población humana general; en Cuba puede oscilar entre 50 %-75 %. A pesar de la casuística, Toxoplasma gondii no es bien conocido por la población general, inclusive por el personal médico; Cuba no escapa de esta realidad. Los objetivos del trabajo son caracterizar biológicamente a Toxoplasma gondii y la respuesta inmune desplegada, e identificar los elementos que facilitan el diagnóstico clínico de la toxoplasmosis. La Toxoplasma gondii puede infectar probablemente a todos los animales de sangre caliente incluyendo los humanos. Se han descrito cuatro linajes clonales diferentes y posee tres estadios principales de transmisión a los hospederos definitivos e intermediarios, siendo el gato el agente principal agente transmisor de la infección. Las transmisiones oral y placentaria son las principales vías de transmisión de Toxoplasma gondii. La respuesta celular Th1 origina un factor de resistencia en el hospedador, al decaer el parásito recupera su patogenicidad y puede ocasionar enfermedad diseminada. Los principales grupos en riesgo a padecer la enfermedad son los individuos inmunodeprimidos en quienes es capaz de causar enfermedad oportunista; en individuos inmunocompetentes la infección primaria es generalmente auto-limitada. Los factores de riesgo más evocados son el estrecho contacto con animales y hábitos higiénicos inadecuados. A pesar de que existe un tratamiento satisfactorio, las medidas de profilaxis constituyen el principal pilar de tratamiento para la toxoplasmosis. Aunque la biología del parásito le confiera patogenicidad, un sistema inmune competente y adecuadas medidas de control pueden limitar la infección.
ABSTRACT Toxoplasmosis has been considered the 20th century parasitic disease, with a seroprevalence of 25-30% of the world human population, and 50%-75% in Cuba. Despite the large number of cases, Toxoplasma gondii is not well known by the general population or even the medical personnel, a fact of which Cuba is not an exception. The objectives of the study were to biologically characterize Toxoplasma gondii and the immune response displayed, and identify the elements facilitating the clinical diagnosis of toxoplasmosis. Toxoplasma gondii may probably infect all warm-blooded animals, including humans. Four different clonal lineages have been described, as well as three main stages in the transmission to definitive and intermediate hosts, cats being the main transmission agents of the infection. Oral and placental transmission are the main routes of transmission of Toxoplasma gondii. Th1 cell response creates a resistance factor in the host. When reduced, the parasite recovers its pathogenicity and may cause disseminated disease. The main groups at risk of contracting the disease are immunocompromised individuals, due to their vulnerability to opportunistic infections. In immunocompetent individuals the primary infection is generally self-limited. The risk factors most commonly cited are close contact with animals and poor hygiene. Despite the availability of satisfactory therapies, prophylactic measures continue to be the main pillar of the treatment of toxoplasmosis. Although the biology of the parasite grants it pathogenicity, a competent immune system and adequate control measures may limit the infection.