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      Horizontes Decoloniales / Decolonial Horizons is published by Pluto Journals, an Open Access publisher. This means that everyone has free and unlimited access to the full-text of all articles from our international collection of social science journalsFurthermore Pluto Journals authors don’t pay article processing charges (APCs).

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      Una ummah justa, libre y soberana : Un din no es una religión

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            Abstract

            El presente artículo se configura como un cúmulo de reflexiones en torno a la idea de ummah (comunidad) siguiendo la perspectiva de los estudios acerca del Islam. Una categoría que se expresa en múltiples dimensiones y que evidencia su presencia a medida que nos sumergimos en las fuentes tales como el Corán y los hadices (relatos acerca de la vida del profeta Muhammad). Con la fuerte convicción de que este din (forma de vida) es un camino para la emancipación individual y por ende colectiva, mediante este análisis buscamos relacionar a la ummah con conceptos centrales de la vida social y política como lo son: la justicia, la libertad y la soberanía.

            Translated abstract

            Este artigo é uma coletânea de reflexões sobre a ideia de ummah (comunidade) a partir da perspectiva dos estudos islâmicos. Uma categoria que se expressa em múltiplas dimensões e que evidencia sua presença ao mergulharmos em fontes como o Alcorão e o hadith (relatos da vida do profeta Maomé). Com a forte convicção de que este din (modo de vida) é um caminho para a emancipação individual e, portanto, coletiva, através desta análise procuramos relacionar o ummah com conceitos centrais da vida social e política, tais como justiça, liberdade e soberania.

            Translated abstract

            This article is a collection of reflections on the idea of ummah (community) in the evolution of the perspective of Islamic studies. A category that is expressed in multiple dimensions and that evidences its presence as soon as we dive into sources such as the Koran and the Hadith (stories about the life of the prophet Muhammad). With the conviction that this din (way of life) is a path to individual and therefore collective emancipation, through this analysis we seek to relate the ummah to central concepts of political and social life such as justice, freedom and sovereignty.

            Main article text

            Introducción

            El tesoro que no ves

            La inocencia que no ves

            Los milagros que van a estar de tu lado

            Cuando comiences a leer

            De los labios a ignorar

            Los embustes y buscar

            Con tu lengua de las

            Aguas que son dulces

            Aunque te sientas mal, si no hay amor

            Que no haya nada entonces, alma mía

            No vas a regatear

            Juegan a “primero yo”

            Y después a “también yo”

            Y a “las migas para mí” y cierran el juego

            Porque ya saben que

            El tonto nunca puede oler al diablo, vida mía

            Ni si caga en su nariz

            Solari (2004)

            Resulta por demás complicado colocarle una etiqueta a este texto y por ende terminar atribuyéndole características que tal vez no contenga en su esencia. No podemos dejar de comentar inicialmente, que se trata del primer trabajo de mi autoría en el cual expresaré ciertas ideas que surgen del entrecruzamiento caótico del ejercicio del oficio antropológico, del trabajo de campo sostenido en el tiempo por más de quince años, de la docencia, de las tintas cargadas con una fuerte convicción ideológica a nivel político y religioso-espiritual, del ejercicio permanente de construcción y desconstrucción de categorías analíticas, y de una colección de pensamientos sueltos con miras a difuminar los fuertes trazos que demarcan los límites epistémicos impuestos por la academia, la teología islámica, los temores personales y los intereses políticos asociados a cada una de estas dimensiones.

            En el título del presente trabajo hacemos referencia a la ummah y al din, dos cetegorías claves para comprender los límites que contienen al Islam en tanto fenómeno pluridimensional, donde la experiencia de sumergirse por completo en él aporta una complejidad distintiva al análisis. Es justamente en este punto donde se torna visible la dualidad del salto kierkargaardeano. Por un lado la idea de salto al vacío, similar a la imagen de un niño que caminando hacia la orilla de la mesa se arroja sin pensarlo con la certeza “teórico-metodológica” de que estarán los brazos de sus mapadres para recibirlo. Y por el otro, la idea de salto hacia la oscuridad evidenciando el plusvalor que aporta la ruptura de matriz existencial mediante un profundo proceso de “desobediencia epistémica” (Mignolo, 2010), lo cual implica la adscripción a un camino espiritual como lo es el Islam en mi caso, precisamente los estudios y la práctica del tasawwuf [Sufismo].

            En esta dirección, para hablar acerca del Islam y avanzar en el análisis de las categorías propuestas, se torna necesario realizar un permanente ejercicio de “vigilancia epistemológica” (Bourdieu, 2004), para poder identificar los diferentes compartimentos que definen a la “cárcel epistemológica-existencial, la cual impone quién, cómo y desde dónde se tiene validez para hablar, ser, estar y saber en el mundo” (Adlbi Sibai, 2016).

            Siguiendo esta línea de pensamiento, debemos tener en claro que la colonialidad en tanto dispositivo que opera en varias capas yuxtapuestas: la dimensión del poder, la dimensión del ser y la dimensión del saber (Mignolo, 1996), se manifiesta en la transformación discursiva que se puede observar en la forma en que el Islam y el colectivo de los musulmanes son percibidos por fuera y por dentro de los límites de la ummah islámica, incluyendo en este punto al universo de la autopercepción.

            Este camino interpretativo, en términos de Merinda Simmons (2019) nos lleva a considerar y centrarnos en la idea de un Islam definido como un conjunto de prácticas discursivas diversas y plurales, abandonando la idea de bloque monolítico, estanco y estable de significantes religioso-culturales. Más aún, si focalizamos este análisis en las diferentes epistemologías, en las formas de producción y difusión del conocimiento; tanto en lo que respecta a la labor académica, las actividades políticas, las dimensiones teológicas y las diversas formas de contemplar este fenómeno, ya sea en la reproducción de estereotipos orientalistas y neo-orientalistas, como también en el ejercicio de la titánica tarea que implica su demolición.

            Reflexionar acerca de la categoría ummah requiere la consideración de múltiples aristas y puntos de vista desde los cuales se ha abordado este tema en el devenir del pensamiento islámico; sin temor de rescatar conceptos tradicionales provenientes de las ciencias islámicas, así como también apoyarnos en las fuentes (Corán y sunnah del profeta), la sharía y también enfáticamente poner en valor los análisis realizados por pensadores musulmanes contemporáneos.

            En idioma árabe la raíz la palabra ummah refiere a umm (madre) y comúnmente se la traduce como comunidad. Básicamente refiriéndose a una comunidad unida por representaciones y valores distintivos. En tanto categoría social, es utilizada para designar a una nación, pueblo o grupo, y particularmente en el caso que nos ocupa, para pensar en términos (nativos) a la totalidad de los musulmanes esparcidos por la faz de la tierra (la ummah de Muhammad). Toda persona que se reconozca o se presente al mundo como musulmán forma parte de la ummah, algunos sectores dentro del Islam la definen como una comunidad transnacional que no reconoce límites ni fronteras, que no está supeditada a ningún mandato o gobierno, que no posee ningún lineamiento más que la propia adscripción sustentada en prácticas y representaciones contenidas en los cinco pilares del Islam: Shahada (testimonio de fe), Salat (oración), Zakat (caridad), ayuno obligatorio en el mes de Ramadán y Hajj (peregrinación). La ummah en su definición y extensión es uno de los conceptos dentro del Islam sobre el cual el mismo profeta Muhammad ha hecho hincapié, destacando en numerosas oportunidades la importancia que Allah le imprime a la consolidación de esta comunidad 1 :

            وَكَذَٰلِكَ جَعَلْنَاكُمْ أُمَّةً وَسَطًا لِتَكُونُوا شُهَدَاءَ عَلَى النَّاسِ وَيَكُونَ الرَّسُولُ عَلَيْكُمْ شَهِيدًا

            “Hice de ustedes una comunidad moderada y justa, para que fueran testigos ante la humanidad, y fuera el Mensajero testigo de Ustedes…” (Corán, 2:143)

            A lo largo de los estudios coránicos y de los hadices 2 , se utiliza la categoría ummah en varios sentidos: a- para referirse a un periodo de tiempo histórico determinado, b- significando comunidad en todas las dimensiones posibles (este es el uso más frecuente), c- para referirse al colectivo de seguidores de un líder determinado (ej: profetas), y d- para destacar algún camino o din particular acentuando su aspecto colectivo.

            وَاعْتَصِمُوا بِحَبْلِ اللَّهِ جَمِيعًا وَلَا تَفَرَّقُوا ۚ وَاذْكُرُوا نِعْمَتَ اللَّهِ عَلَيْكُمْ إِذْ كُنْتُمْ أَعْدَاءً فَأَلَّفَ بَيْنَ قُلُوبِكُمْ فَأَصْبَحْتُمْ بِنِعْمَتِهِ إِخْوَانًا وَكُنْتُمْ عَلَىٰ شَفَا حُفْرَةٍ مِنَ النَّارِ فَأَنْقَذَكُمْ مِنْهَا ۗ كَذَٰلِكَ يُبَيِّنُ اللَّهُ لَكُمْ آيَاتِهِ لَعَلَّكُمْ تَهْتَدُونَ

            وَلْتَكُنْ مِنْكُمْ أُمَّةٌ يَدْعُونَ إِلَى الْخَيْرِ وَيَأْمُرُونَ بِالْمَعْرُوفِ وَيَنْهَوْنَ عَنِ الْمُنْكَرِ ۚ وَأُولَٰئِكَ هُمُ الْمُفْلِحُونَ

            Y aférrense, todos juntos, al pacto con Dios y no se separen. Y recuerden los dones que Dios les ha concedido, y como cuando eran enemigos, unió sus corazones de forma que por Sus dones fueron hermanados; y estando al borde de un abismo de fuego, los liberó de él. Así explica Dios Sus mensajes, para que puedan hallar la guía y para que de ustedes pueda surgir una comunidad [ummah] que llame al bien, ordenando la conducta recta y prohibiendo el mal: ¡Y esos, precisamente, serán los que alcanzarán la felicidad! (Corán, 3:103–104)

            A lo largo de la “misión profética” 3 Muhammad destacó enfáticamente esta categoría en varias oportunidades, hay un enorme abanico de interpretaciones de sus relatos, que van desde quienes afirman que al utilizar la categoría ummah lo hace exclusivamente para referirse a sus seguidores, hasta aquellos que postulan que mediante dicha utilización expresa su preocupación por la humanidad entera, tal cual puede apreciarse en el emblemático caso de la suma Al-Futuhat de Ibn Arabi:

            Cuando él [Muhammad] apareció fue como el sol en el cual se resumen todas las luces […]. Su rango en el conocimiento abarca la ciencia de todos aquellos que conocieron a Dios entre los Primeros y los Últimos […]. Su ley abarca a todos los hombres sin excepción y su misericordia, en virtud de la cual fue enviado, abarca todo el universo […]. Su comunidad (ummah) engloba a todos los seres; a la totalidad de los mismos fue enviado; crean o no en él, todos los seres forman parte de ella…. (Addas, 2014: 27)

            Los pasajes del Corán en los que aparece la palabra umma son tan variados que su significado no se puede definir rígidamente. Sin embargo, esto sí que parece ser cierto: siempre se refiere a grupos étnicos, lingüísticos o religiosos de personas que son objeto del plan divino de salvación. A medida que la actividad profética de Mahoma fue progresando, los fundamentos religiosos de la umma se hicieron cada vez más explícitos y,en consecuencia, la umma de los árabes se transformó en la umma de los musulmanes. (de Sousa Santos, 2010: 74)

            A continuación citaremos a título de ejemplo dos hadices en los que se pueden observar dos ideas recurrentes asociadas a la utilización de esta categoría: en primer lugar la preocupación de Muhammad por la ummah y su destino llegado el día del juicio final, y segundo la intención de interceder por la ummah por encima de cualquier otro objetivo que él pudiera destacar.

            Abdullah ibn ‘Amr ibn Al-‘Âs relató: “El Profeta recitó las palabras de Allah en (la sura) Abraham: ‘¡Señor mío! Por cierto que ellos extravían a muchos hombres. Quien me siga será de los míos’ (14:36). Y que dijo Jesús: ‘Si los castigas… son Tus siervos; y si los perdonas… Tú eres ciertamente el Poderoso, el Sabio. (5:118). Luego levantó sus manos y dijo: « ¡Allah! Mi comunidad, mi comunidad.» Y lloró. Entonces Allah, Poderoso y Majestuoso, dijo: ‘¡Gabriel! Ve a Muhammad, y tú Señor sabe más, y pregúntale: ¿Por qué lloras?’ E irá Gabriel lo saludará y le preguntará, y el Mensajero de Allah le informará de lo que dijo, y Allah sabe más. Entonces Allah dirá: ‘¡Gabriel! Ve a Muhammad y dile: ‘Ciertamente Estamos complacidos contigo con respecto a tu comunidad y te complaceremos’. (Sahih Muslim, 1998, relato 397, p. 87)

            Abû Zubayr escuchó a Ÿâbir ibn Abdullah del Mensajero de Allah que: «Todo profeta tiene un ruego con el que rogará por su comunidad, y yo he reservado mi ruego para la intercesión de mi comunidad en el Día del Juicio.» (Sahih Muslim, 1998, relato 396, p. 87)

            Comprender la trascendencia y el alcance de la figura de Muhammad es central para poder ir a fondo en el análisis de estas categorías, pues no solo se concentran en el profeta cualidades excepcionales a nivel espiritual, político, social, económico y estratégico para la época en la que vivió y durante el devenir histórico del Islam, sino que también se proyecta su presencia en la actualidad, una presencia “viva” que encarna un mensaje también “vivo” que se fundamenta en la libertad, la independencia, la igualdad, la soberanía, la responsabilidad, la reflexión, el servicio, la transformación, la comprensión, la aceptación, el respeto, la emancipación y la diversidad entre otros puntos de anclaje.

            Sa’d Ibn Hisham Ibn Amir narra que llegó a Medina y acudió a Aisha (que Allah esté complacida con ella) y consultó: “Oh, Madre de los creyentes, cuéntame sobre el carácter del Mensajero de Allah. Ella me preguntó: ¿Acaso no lees el Corán? Le contesté: Por supuesto. Y ella dijo: El carácter del Mensajero de Allah era el Corán. Tuve deseo de levantarme y no preguntar más nada hasta el día de mi muerte.” (Sahih Muslim, 1998, relato 746, p. 192)

            La divergencia en el seno de la comunidad es un signo de la Misericordia divina. 4 (Abu Hanifa, c 800, n/d)

            A partir de estas ideas es que pensamos a Muhammad como el norte de una ummah “viva”, en constante transformación, una “comunidad” en términos de Prado (2010) inspirada en el mensaje emancipatorio del Corán, un mensaje universal que pertenece a la humanidad, hecho que la exalta destacando el principio de igualdad entre los personas.

            En el Corán, Muhammad es calificado en diversas ocasiones como «profeta ummí», lo cual es traducido como «iletrado». Y dice que ha surgido de entre los ummiyún. Esto significa que es un enviado que pertenece a las gentes, que ha salido de entre los humildes, y no de entre los eruditos ni de entre las elites sociales. La palabra árabe umm significa al mismo tiempo madre, fuente, origen, principio, prototipo. La palabra umma denota primordialmente una comunidad, un grupo de seres vivos con características y circunstancias comunes. (Prado, 2010: 99)

            Así podemos realizar el ejercicio de definir al profeta Muhammad en términos de una experiencia (Aya, 2006), una experiencia total que condensa la esencia del corán y de todos los mensajes anteriores a él y a su vez contenidos en él.

            Una vez despejadas las dudas acerca de la categoría ummah, debemos ocuparnos de la categoría din. Existen discrepancias entre los estudiosos de las ciencias coránicas acerca de cuántas veces la misma aparece en el libro, así como también acerca de las ideas que se expresan cada vez que es referenciada en el. Siguiendo la línea de Aya (2010), resulta dificultoso incluso entre traductores y filólogos de la lengua árabe arribar a un consenso en cuanto a su traducción y expresión. Frecuentemente se utiliza para graficar el concepto “religión”, sin embargo su equivalencia no es exacta dado que la categoría din se aproxima más a la idea de una forma o estilo de vida determinada. Din para el profeta y sus compañeros representaba un orden de valores, una ley, un sistema de justicia por la cual regirse, la guía para la configuración de todas las relaciones sociales imaginables, una guía para vincularse con toda la creación partiendo de Allah, pasando por los ángeles, los genios, los humanos, demás seres vivos, los recursos naturales en toda su extensión y los bienes producto de la imaginación, inventiva, ciencia y trabajo humano. El din es tambien una experiencia viva, en el sentido que hemos venido hablando a lo largo de este trabajo, una experiencia transformadora que se basa en claras fuentes, relatos, y normas, y a su vez articula con la firme convicción de que los seres humanos poseen competencias y ejercen la agencia necesaria para poder llegar a generar un espacio de justicia, libertad y soberanía, donde el din del Islam se presente como un medio para la emancipación individual y por ende colectiva.

            Según Aya (2006, 2010, 2013) el din en que se enmarca el Islam es el cumplimiento de una deuda con el mundo y consigo mismo. De ahí que acepte todo lo que han dicho todos los profetas, incluidos los anteriores a Muhammad.

            Porque el Islam es armonizarse con el principio divino que rige el mundo, no con ninguna de las instituciones religiosas inventadas por los seres humanos: es recuperar la inclinación del ser humano hacia lo sagrado y es hacerlo con sentido de universalidad e integralidad. Cada musulmán es heredero de todas las tradiciones, de todas las sabidurías y es musulmán con todo su ser: esto es su dîn, es decir, su manera de afrontar la realidad. (Aya, 2013: 22)

            يَا بَنِي آدَمَ إِمَّا يَأْتِيَنَّكُمْ رُسُلٌ مِنْكُمْ يَقُصُّونَ عَلَيْكُمْ آيَاتِي ۙ فَمَنِ اتَّقَىٰ وَأَصْلَحَ فَلَا خَوْفٌ عَلَيْهِمْ وَلَا هُمْ يَحْزَنُونَ. ‎

            ¡Hijos de Adam! Si os llegan mensajeros, surgidos de vosotros, que os hablan de Mis signos… Quien se guarde y rectifique, no tendrá nada que temer ni se entristecerá. (Corán, 7:35)

            En síntesis, la presentación del Islam, un universo espiritual muy diferente a la “religión” que se ha presentado al mundo occidental a lo largo de la historia, siempre de la mano de construcciones orientalistas cargadas de una fuerte impronta cristianocéntrica en contexto colonial (Aya, 2010), así como también más recientemente por la cristalización hegemónica de ideas ancladas en profundos intereses políticos en las múltiples dimensiones en las que estos se encarnan, donde la “demonización” del Islam es frecuente, gracias a la naturalización sistemática de idearios de tinte islamofóbico. Entendiendo este proceso como producto de lo que Grosfogel (2013) denomina “racismo epistémico”, el cual se expresa en forma de “islamofobia epistémica”, instaurando así una lógica fundacional y constitutiva del mundo moderno colonial y de sus formas legítimas de producción de conocimiento. Desde el siglo XVI, los orientalistas occidentales han venido pregonando y argumentando que el conocimiento islámico en todas sus formas es inferior al de Occidente.

            Una ummah justa

            La ummah en tanto comunidad con todas las características que hemos definido y descrito en la introducción de este trabajo, se presenta asociada a los conceptos de justicia, igualdad y equidad, los cuales aportan el sustrato necesario para garantizar la supervivencia de las relaciones sociales que sustentan su razón de ser.

            La justicia es referenciada en el texto coránico y a lo largo de los relatos del profeta como: a- un atributo divino, b- una orden directa de Allah, c- una obligación para los seres humanos y d- una virtud de la personalidad.

            قُلْ أَمَرَ رَبِّي بِالْقِسْطِ ۖ وَأَقِيمُوا وُجُوهَكُمْ عِنْدَ كُلِّ مَسْجِدٍ وَادْعُوهُ مُخْلِصِينَ لَهُ الدِّينَ ۚ كَمَا بَدَأَكُمْ تَعُودُونَ

            Di: «Mi Señor ha ordenado la justicia y la equidad. Poned toda la atención de vuestro corazón en Él en todos vuestros actos de adoración e invocarle y que vuestra creencia sincera sea para Él.» Y sabed que, igual que Él os creó la primera vez, regresaréis. (Corán, 7:29)

            إِنَّ اللَّهَ يَأْمُرُ بِالْعَدْلِ وَالْإِحْسَانِ وَإِيتَاءِ ذِي الْقُرْبَىٰ وَيَنْهَىٰ عَنِ الْفَحْشَاءِ وَالْمُنْكَرِ وَالْبَغْيِ ۚ يَعِظُكُمْ لَعَلَّكُمْ تَذَكَّرُونَ

            En verdad, Dios ordena la justicia, el bien y la generosidad con los familiares y prohíbe la indecencia, los malos actos y la opresión. Él os amonesta para que, quizás así, reflexionéis. (Corán, 16:90)

            El concepto de justicia aparece en estas fuentes—Corán y relatos (hadices)—destacando que fue y es propio de toda revelación, y que es central en este din en particular, entendible para todos y que contempla la posibilidad de que otras formas de vida que estén orientadas hacia la justicia (en esta dirección) sean consideradas compatible con la perspectiva legal islámica. El siguiente fragmento coránico grafica la idea de universalidad del concepto de justicia, destacando que es obligación de “la gente” establecer la equidad mediante ella.

            لَقَدْ أَرْسَلْنَا رُسُلَنَا بِالْبَيِّنَاتِ وَأَنزَلْنَا مَعَهُمُ الْكِتَابَ وَالْمِيزَانَ لِيَقُومَ النَّاسُ بِالْقِسْطِ ۖ وَأَنزَلْنَا الْحَدِيدَ فِيهِ بَأْسٌ شَدِيدٌ وَمَنَافِعُ

            لِلنَّاسِ وَلِيَعْلَمَ اللَّهُ مَن يَنصُرُهُ وَرُسُلَهُ بِالْغَيْبِ ۚ إِنَّ اللَّهَ قَوِيٌّ عَزِيزٌ

            Envié a Mis Mensajeros con las pruebas evidentes e hice descender con ellos el Libro y la balanza de la justicia para que la gente establezca la equidad. Hice descender el hierro, en el que hay gran poder y beneficio para la gente. Para que Dios distingue a quienes se esfuerzan sinceramente por Su causa y la de Sus Mensajeros. Dios es Fortísimo, Poderoso. (Corán, 57:25)

            Si bien encontramos gran número de referencias al hecho de que Allah ordena la justicia, al menos en el texto coránico no se observan más que pautas generales acerca de cómo lograr alcanzarla, así como también no se ha prescripto una forma específica para obtenerla. La validez de procedimientos, medios y sistemas que están orientados hacia alcanzar la justicia, queda supeditada a la violación o no de las leyes islámicas (sharía) y su jurisprudencia (fiqh), donde el Corán mismo es la fuente de la cual provienen.

            No en vano el profeta comienza explicando la perspectiva islámica del concepto de igualdad asociado a principio de justicia, frente a cientos de testigos en su última aparición pública frente a las multitudes en el año 632 d.c.:

            Toda la humanidad proviene de Adán y Eva. Un árabe no tiene ninguna superioridad sobre un no árabe, ni un no árabe tiene superioridad sobre un árabe; el blanco no tiene superioridad sobre el negro, ni el negro tiene superioridad sobre el blanco; excepto por la piedad y las buenas acciones. Sepan que todos los musulmanes son hermanos. Nada será legítima pertenencia de un musulmán si pertenece a otro musulmán, a menos que fuera dado libremente y de buena gana. No cometan injusticias en contra de sus semejantes.

            Recuerden, un día serán presentados ante Dios para responder por sus acciones. Así que tengan cuidado, no se desvíen del camino de la rectitud después de mi muerte. (Sermón de despedida del Profeta Muhammad) 5

            La proyección temporal del mensaje “muhammadiano” queda plasmada en tanto se difuminan las diferencias étnicas, nacionales, tribales, de clase y de género entre otras, todas zonas de “histórico conflicto” que esta reflexión viene a saldar. La unidad en la igualdad se hace presente y se corporiza en la idea de reconocer a un/a hermanx en otrx musulmán, y a su vez se consolida esa relación en la obligatoriedad de ejercer justicia (no cometer injusticias contra los semejantes sean o no musulmanes).

            Ibn Numayr y Abû Bakr relataron: “El Mensajero de Allah (B y P) dijo: «Ciertamente los que impartan justicia con equidad estarán con Allah en púlpitos de luz, a la derecha del Misericordioso, Exaltado y Majestuoso. Ambas manos Suyas son derechas. Son (los dispensadores de justicia) justos al decidir, (justos) con sus familias y con quienes gobiernan»”. (Sahih Muslim, 1998, relato 4493, p. 550)

            Siguiendo el desarrollo de esta perspectiva, más que novedosa si tenemos en cuenta el contexto histórico en el que es presentada, podemos trazar hilo conductor que parte de entender a la igualdad como principio que se desprende de la creación para la toda la creación, es decir la igualdad ante Allah, y a su vez en la misma dirección la igualdad entre los musulmanes y la igualdad entre los creyentes. 6

            يَا أَيُّهَا الَّذِينَ آمَنُوا كُونُوا قَوَّامِينَ بِالْقِسْطِ شُهَدَاءَ لِلَّهِ وَلَوْ عَلَىٰ أَنفُسِكُمْ أَوِ الْوَالِدَيْنِ وَالْأَقْرَبِينَ ۚ إِن يَكُنْ غَنِيًّا أَوْ فَقِيرًا فَاللَّهُ أَوْلَىٰ بِهِمَا ۖ فَلَا تَتَّبِعُوا الْهَوَىٰ أَن تَعْدِلُوا ۚ وَإِن تَلْوُوا أَوْ تُعْرِضُوا فَإِنَّ اللَّهَ كَانَ بِمَا تَعْمَلُونَ خَبِيرًا

            ¡Oh, creyentes! Sean responsablemente equitativos cuando den testimonio por Dios, aunque sea en contra de ustedes mismos, de sus padres o parientes cercanos, no importa si [el acusado es] rico o pobre: Dios está por encima de ellos. Que los sentimientos no los hagan ser injustos. Si dan falso testimonio o rechazan prestar testimonio [ocultando la verdad], sepan que Dios está bien informado de cuanto hacen. (Corán, 4:135)

            وَإِنْ حَكَمْتَ فَاحْكُم بَيْنَهُم بِالْقِسْطِ ۚ إِنَّ اللَّهَ يُحِبُّ الْمُقْسِطِينَ …

            … si juzgas entre ellos, hazlo con equidad. Dios ama a los justos … (Corán 5:42)

            لَّا يَنْهَاكُمُ اللَّهُ عَنِ الَّذِينَ لَمْ يُقَاتِلُوكُمْ فِي الدِّينِ وَلَمْ يُخْرِجُوكُم مِّن دِيَارِكُمْ أَن تَبَرُّوهُمْ وَتُقْسِطُوا إِلَيْهِمْ ۚ إِنَّ اللَّهَ يُحِبُّ الْمُقْسِطِينَ

            Dios no les prohíbe ser benevolentes y equitativos con quienes no los han combatido por causa de la religión ni los han expulsado de sus hogares, pues ciertamente Dios ama a los justos. (Corán, 60:8)

            Entonces, por consiguiente, el concepto de equidad se evidencia y visibiliza cuando las condiciones de igualdad están garantizadas, y los mecanismos de implementación de la justicia se ponen en acción, momento en el que se produce la retroalimentación de todo el sistema. Así podemos caracterizar al din del Islam como un movimiento espiritual y social, donde se reconoce el principio de igualdad y se garantiza el acceso a la justicia reconociéndola como un derecho, persiguiendo el bienestar individual y colectivo dentro de los límites legales (sharía), tanto en el terreno material como en el espiritual, teniendo en cuenta todos los matices expresados entre ambas dimensiones.

            لَّيْسَ الْبِرَّ أَن تُوَلُّوا وُجُوهَكُمْ قِبَلَ الْمَشْرِقِ وَالْمَغْرِبِ وَلَٰكِنَّ الْبِرَّ مَنْ آمَنَ بِاللَّهِ وَالْيَوْمِ الْآخِرِ وَالْمَلَائِكَةِ وَالْكِتَابِ وَالنَّبِيِّينَ وَآتَى الْمَالَ عَلَىٰ حُبِّهِ ذَوِي الْقُرْبَىٰ وَالْيَتَامَىٰ وَالْمَسَاكِينَ وَابْنَ السَّبِيلِ وَالسَّائِلِينَ وَفِي الرِّقَابِ وَأَقَامَ الصَّلَاةَ وَآتَى الزَّكَاةَ وَالْمُوفُونَ بِعَهْدِهِمْ إِذَا عَاهَدُوا ۖ وَالصَّابِرِينَ فِي الْبَأْسَاءِ وَالضَّرَّاءِ وَحِينَ الْبَأْسِ ۗ أُولَٰئِكَ الَّذِينَ صَدَقُوا ۖ وَأُولَٰئِكَ هُمُ الْمُتَّقُونَ

            La verdadera virtud no consiste en orientarse hacia el oriente o el occidente [durante la oración], sino que es piadoso quien cree en Dios, el Día del Juicio, los ángeles, el Libro, los Profetas, hace caridad a pesar del apego [que tiene por los bienes materiales] a los parientes, los huérfanos, los pobres, los viajeros insolventes, los mendigos, y colabora para liberar esclavos y cautivos. [Tiene piedad quien] hace la oración prescrita, paga el zakat, cumple con los compromisos contraídos, es paciente en la estrechez, la adversidad y ante la persecución. Ésos son los veraces en su fe y los verdaderos piadosos. (Corán, 2:177)

            A este lugar de encuentro, cruzamiento, interacción y/o diálogo de dimensiones lo podemos caracterizar como el campo de la justicia social, concepto central en la práctica del din del Islam. En términos de Qutub (2007), una justicia social cimentada en los principios islámicos de: a- absoluta libertad de conciencia, b- completa igualdad entre las personas 7 y c- firme / mutua responsabilidad de la sociedad puesta en marcha para obtenerla. No alcanza con reconocer derechos si no se llevan a cabo acciones en el campo social que permitan llevar las ideas, palabras y anhelos a buen puerto. Hablamos de acciones sociales concretas, tal como la redistribución comunitaria obligatoria de un porcentaje de los bienes no móviles acumulados (zakat), siendo una obligación para todo musulmán que cuente con dicho excedente, pudiendo encontrar al zakat entre las órdenes de Allah más relevantes al formar parte del listado de los cinco pilares del din del Islam.

            إِنَّمَا الصَّدَقَاتُ لِلْفُقَرَاءِ وَالْمَسَاكِينِ وَالْعَامِلِينَ عَلَيْهَا وَالْمُؤَلَّفَةِ قُلُوبُهُمْ وَفِي الرِّقَابِ وَالْغَارِمِينَ وَفِي سَبِيلِ اللَّهِ وَابْنِ السَّبِيلِ ۖ فَرِيضَةً مِّنَ اللَّهِ ۗ وَاللَّهُ عَلِيمٌ حَكِيمٌ ‎

            El zakat debe ser distribuido entre los pobres, los menesterosos, los que trabajan en su recaudación y distribución, aquellos de los que se desea ganar sus corazones, la liberación de los prisioneros, los endeudados, la causa de Dios y el viajero insolvente. Esto es un deber prescrito por Dios, y Dios lo sabe todo, es Sabio. (Corán, 9:60)

            وَفِي أَمْوَالِهِمْ حَقٌّ لِّلسَّائِلِ وَالْمَحْرُومِ

            Y parte de sus bienes (de los ricos) correspondía de derecho al mendigo y al indigente. (Corán, 51:19)

            Las fuentes del Corán y los hadices se encuentran repletas de ejemplos de este tipo de acciones tendientes a impactar a nivel social con equidad, mediante la “vigilancia de las formas” en las que: se realizan intercambios comerciales, se implementan relaciones laborales, se celebran relaciones afectivas, se establecen relaciones familiares y se organizan relaciones comunitarias entre otros tipos de relaciones sociales posibles. Las citas que se encuentan a continuación sintetizan el espíritu con el cual el profeta se encontraba en la permanente busquedad de la justicia social.

            El Profeta no era un rey ni un gobernante, era un hombre corriente que luchaba por los suyos, con los suyos, en contra de los privilegios de los poderosos. Estamos hablando de un hombre que dijo: Allah ha establecido las provisiones de los pobres en las haciendas de los ricos. Si existen hambrientos y desnudos, se debe a las transgresiones de los ricos. A partir de esta constatación, introdujo una serie de medidas y criterios para regular la vida económica de la comunidad y lograr la justicia distributiva. (Prado, 2010: 79–80)

            Una vez se le acercó uno de sus compañeros y al ver que tenía las manos ajadas y ennegrecidas. El Profeta le preguntó el motivo, y el hombre le dijo que había trabajado con un arado sobre una tierra dura, para ganar el sustento para su familia. Al oír esto el Profeta tomó sus manos y las besó. Y les dijo a aquellos que tenían empleados: Pagad a los trabajadores su jornal antes de que el fruto de su sudor se seque. (Prado, 2010: 82)

            Una ummah libre

            Cuando nos proponemos reflexionar acerca de la ummah y la libertad, debemos tener en cuenta el análisis de la tensión entre lo individual y lo colectivo que ya hemos explorado al inicio de este trabajo. Hablar de libertad en el caso que nos ocupa, implica también tener en cuenta múltiples dimensiones que se asocian a este concepto, básicamente la dimensión teológica, la dimensión política y la dimensión social.

            La libertad que el musulmán reconoce como tal no se la concede otro que Al-lâh. Es un estado interior que nos capacita para rechazar el mundo de las representaciones, rechazar la ficción de poder con la que algunos se revisten. (Prado, 2010: 31)

            وَقُلِ الْحَقُّ مِن رَّبِّكُمْ ۖ فَمَن شَاءَ فَلْيُؤْمِن وَمَن شَاءَ فَلْيَكْفُرْ ۚ إِنَّا أَعْتَدْنَا لِلظَّالِمِينَ نَارًا أَحَاطَ بِهِمْ سُرَادِقُهَا ۚ وَإِن يَسْتَغِيثُوا يُغَاثُوا بِمَاءٍ كَالْمُهْلِ يَشْوِي الْوُجُوهَ ۚ بِئْسَ الشَّرَابُ وَسَاءَتْ مُرْتَفَقًا

            Y di: «La Verdad procede de vuestro Señor, por tanto, quien quiera que crea y quien quiera que no crea.» En verdad, Nosotros hemos preparado para los opresores un Fuego cuyas paredes les cercarán. Y si imploran ayuda se les auxiliará con un agua como cobre fundido que les abrasará el rostro. ¡Qué mala bebida y qué mal lugar de reposo! (Corán, 18:29)

            لَا إِكْرَاهَ فِي الدِّينِ ۖ قَد تَّبَيَّنَ الرُّشْدُ مِنَ الْغَيِّ ۚ فَمَن يَكْفُرْ بِالطَّاغُوتِ وَيُؤْمِن بِاللَّهِ فَقَدِ اسْتَمْسَكَ بِالْعُرْوَةِ الْوُثْقَىٰ لَا انفِصَامَ لَهَا ۗ وَاللَّهُ سَمِيعٌ عَلِيمٌ

            No se puede forzar a nadie a aceptar la religión. El buen camino ha quedado claramente diferenciado del extravío. Así que, quien descrea de los falsos dioses y crea en Dios, se habrá aferrado al asidero más firme, en el que no hay fisuras. Dios todo lo oye, todo lo sabe. (Corán, 2:256)

            Inicialmente debemos también ocuparnos del “fantasma de la sumisión” siempre presente en todas las definiciones de “islam” y de “musulmán” que suelen ser encontradas en los libros de difusión y/o manuales introductorios. Este no es un “fantasma estático”, pues se manifiesta cada vez que ingresa el Islam en la arena de los medios comunicación y/o en todo tipo de debates sociales, generalmente caracterizados por un alto grado de desconocimiento y discriminación hacia el islam y el colectivo de los musulmanes. Aya (2010) lo ilustra de la mejor manera diciendo que “el Islam es la religión de la que más se habla y menos se conoce”, en parte por falta de interés y en parte por seguir el camino de la reproducción los modelos hegemónicos que se han encargado durante años de presentarlo como un fenómeno extraño para occidente.

            En esta dirección, Muñoz (2010) propone para despejar estas variables, considerar la existencia de dos “matices” en el concepto de libertad dentro de los límites de la perspectiva islámica. El primero de ellos es la libertad en cuanto valor humano, refiriéndose a la libertad del musulmán como individuo que acepta la sumisión a la voluntad de Allah, porque en esencia el din del islam es justicia y por ende libertad en su máxima expresión. El segundo matiz es la libertad en comunidad, la cual la autora define como libertad jurídica, es decir el terreno donde imperan los derechos colectivos.

            En este sentido, la libertad del individuo se restringe a lo que a la comunidad como tal le sea más beneficioso. La persona debe seguir unas leyes, unas normas específicas y cumplir con ellas. Libertad no puede ser un “hacer lo que el individuo quiera” porque esto simplemente lo convierte en esclavo de sus propios deseos y pasiones, y aquel que es esclavo de sí pierde el juicio y se aparta del camino de la liberación ya que inevitablemente terminará por hacerse daño no solo a sí mismo sino también a sus hermanos. Teología es liberación. Libertad es creencia, porque el ser encuentra su existencia a través de otro ser que es el ser creador. (Muñoz, 2010: 10)

            En síntesis, una ummah libre solo encuentra su razón de ser en el islam entendido como din, como forma de vida que se expresa en la búsqueda del equilibrio del derecho individual con el derecho de la comunidad.

            Una ummah soberana

            Pensar en una ummah soberana nos permite descomprimir la tensión que puede provocar pensar este tema tan ligado a la dimensión política, básicamente en relación a los estados que poseen gobiernos con sistemas burocrático-legales impregnados de una fuerte tradición islámica. Tampoco es nuestra intención analizar los diferentes tipos y filosofías de gobierno asociados a los diversos mundos islámicos, más bien todo lo contrario. Pretendemos brindar a título de cierre una breve reflexión sobre la soberanía entendida como espacio expresión de la ummah a nivel global sin siquiera adentrarnos en el análisis de la diversidad intra comunitaria.

            A esta altura de nuestra exposición, en correlación con el análisis de las otras categorías que hemos abordado, partimos de la base que la doctrina islámica establece que Allah posee el atributo de ser: El Soberano del universo, de la creación, de todos los mundos posibles y del día del juicio final entre otras instancias. Un soberano que abre el juego para que se genere un espacio de expresión sin límites geográficos, ni temporales, con el solo objeto de que la comunidad encuentre su razón de ser, a través de la revelación de un mensaje, de la reglamentación de una legislación y la puesta en acción del ejemplo “vivo” de un profeta. Definiéndose así, una ummah soberana que descansa en la voluntad del “pueblo” que encarna a la “nación islámica”, el cual la sostiene y legitima por encima de todo orden imaginable, silenciosa y sutilmente mediante la puesta en práctica de este din.

            No existen límites para proyectar sobre la faz de la tierra a una ummah libre, justa y soberana. Una ummah viva, en constante movimiento, en construcción, donde su permanencia está garantizada por las palabras de Allah y el ejemplo de su mensajero, más allá de los miles intentos por desprestigiarla.

            وَعِبَادُ الرَّحْمَٰنِ الَّذِينَ يَمْشُونَ عَلَى الْأَرْضِ هَوْنًا وَإِذَا خَاطَبَهُمُ الْجَاهِلُونَ قَالُوا سَلَامًا

            Y los siervos del Clementísimo son quienes van por la Tierra con humildad y si los ignorantes se dirigen a ellos, les dicen: «¡Paz!» (Corán, 25:63)

            Consideraciones finales

            Hemos realizado un rápido recorrido sobre algunas definiciones y categorías centrales del pensamiento y sentimiento islámico. Reflexionar acerca de la noción de din nos ha brindado la posibilidad de entender al Islam en enclave epistémico, y así poder caracterizarlo como una forma de vida total, más allá de los límites que implica considerarlo como una “religión” en términos simples y hegemónicos. Siguiendo esta línea de pensamiento, hemos abordado los conceptos de justicia, libertad y soberanía como características esenciales y distintivas de la ummah islámica, analizándola a la luz de las fuentes (Corán y hadices), así como también a través de reflexiones provenientes de referentes de los estudios sociales acerca del Islam. Esperamos que hayan llegado a buen puerto las intenciones que motivaron este trabajo, básicamente acercar al lector la posibilidad de conocer en detalle aspectos centrales del Islam y su esencia emancipadora tanto en el mundo espiritual como en el mundo social.

            Notes

            1

            A lo largo de este artículo se hace referencia a citas coránicas y de hadices dando sustento a las categorías analizadas en cada sección. Estas citas son brindadas en idioma original (árabe clásico) acompañadas de su traducción al idioma español. En algunas oportunidades el lector encontrará grupos de citas con la intención de graficar las diferentes instancias y frecuencias en las que los textos fuentes hacen referencia a las categorías analizadas.

            2

            Entendemos por hadices a los relatos o dichos del profeta Muhammad, coherentes en cadena de transmisión que han sido recopilados por los sabios y dan fe de autenticidad. Estos hadices constituyen la base de la sunnah (forma de vida del profeta), una de las fuentes primarias de la jurisprudencia islámica.

            3

            Para el caso del profeta Muhammad, definimos misión profética al periodo y proceso que se da inicio en su vida al comenzar a recibir la revelación del corán y que culmina con su muerte veintitrés años después.

            4

            Iman Abu Hanifa, versión corta Fiqh Al Akbar, circa 800 d.c.

            5

            El último sermón del sermón del Profeta Muhammad fue pronunciado durante la peregrinación (Hajj) del año 632 d.c., el noveno día de Dhul Hiyyah, el 12º mes del año lunar, en Arafat. Había innumerables musulmanes presentes con el Profeta durante su última peregrinación, cuando pronunció su último sermón. Fuente: www.islamreligion.org

            6

            Frecuentemente encontramos en las fuentes (corán y hadices) la distinción entre musulmanes y creyentes.

            7

            En Qutub (2007) se utiliza la frase “completa igualdad entre los hombres”, hemos decidido suplantar por “personas” en nuestro escrito al hacer referencia a dichos conceptos.

            Referencias

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            Author and article information

            Contributors
            Journal
            10.13169/decohori
            Horizontes Decoloniales / Decolonial Horizons
            DH
            Pluto Journals
            2422-6343
            2545-8728
            11 August 2023
            : 8
            : 1
            : 87-110
            Affiliations
            [1 ]Universidad de Buenos Aires
            Article
            10.13169/decohori.8.1.0087
            510303a9-ac6e-446c-8bd3-b4c6fe0dfffc
            © Fernando Martin Chinnici

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            History
            : 21 March 2022
            : 27 February 2023
            Page count
            Pages: 24
            Categories
            Part I/Primera Parte: Interrogantes en la Intersección entre Religión y Poscolonialidad

            Social & Behavioral Sciences
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